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BLOG DEL MOVIMIENTO PURA PLAZA

Aquí encuentrar textos, artículos de opinión y espacios de conversación sobre diversos temas.

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Cada vez que entro a una plaza de mercado lo que más me llama la atención es la abundancia. Caminar por los pasillos que se forman entre los estantes de las frutas y las verduras, los cárnicos y los granos, las yerbas y los canastos. Caminar en la plaza es una experiencia en la abundancia: proliferan colores, formas, olores y absolutamente todo llama la atención. Todos los sentidos se sobresaltan ante esta explosión de abundancia.


Hace poco tuve que volver a las plazas de mercado. Por la pandemia mi contacto con ellas había pasado al domicilio, una simple transacción. Ir a las plazas, por el contrario, no solo es ir a hacer el mercado del mes o de la semana: es ir a conocer y reconocer espacios donde proliferan conocimientos y tradiciones que no son visibles para muchos. En las plazas uno aprende todo el tiempo y, como dije, es la representación viva de la abundancia de la tierra ¡De la abundancia de nuestra tierra!



1. Plaza de mercado del 7 de Agosto, 2021. Fuente: propia.
01. Frutas y verduras de la Plaza de mercado del 7 de Agosto, 2021. Fuente: propia.

Caminar y recorrer los pasillos es realmente un viaje: empezamos con las plantas medicinales y ornamentales en las afueras. Allí se encuentran suculentas, helechos, plantas aromáticas, de ajíes, de medicina. Todas ellas puestecitas dando la bienvenida a este espacio: preparando al visitante para entrar en el mundo placero. Para mí, esta transición entre las aceras de la ciudad y las paredes de las plazas, enmarcadas en múltiples hojas de diferentes verdes, nos lleva a este espacio mágico donde el campo se encuentra con la ciudad. Después de la transición generalmente nos encontramos con grandes cantidades piramidales de frutas y verduras, puestas cada una en un balance indefinido que sólo los vendedores de estos bienes naturales pueden organizar. Las frutas y verduras están al centro de la plaza, son las protagonistas con sus colores verdes, rojos, amarillos, morados y naranjas, son un éxtasis para la vista.


02. Artesanías en la Plaza de mercado del 7 de Agosto, 2021. Fuente: propia.

Las plazas están llenas de personas: vendedores, compradores y curiosos: así como hay abundancia de productos hay abundancia de personas. A pesar de que se siente un caos, se vuelve atractivo y estimula la vista y el corazón a explorar cada uno de los rincones. En las plazas de mercado se da un fenómeno muy característico de ellas: uno siente que no está en la ciudad. Entrar en estos espacios destinados al abastecimiento de las ciudades es como trasladarse en el tiempo y entrar a participar de formas de comercio que no se dan en otro lugar: la ñapa, el encime, el líchigo son palabras que existen en la jerga y hacen parte de la vivencia de la plaza. No utilizarlas es como una grosería con el entorno.


Si bien existen otros espacios que ofrecen los alimentos que venden en las plazas, no cabe duda que además de ir a comprar frutas, verduras, granos, plantas o jabones mágicos, en la plazas encontramos una multiplicidad de saberes y aprendizajes que en un supermercado no se encontrarán. Vayan a las plazas, asómbrense de la abundancia y reconozcan todas esas tradiciones que nos permiten reconectarnos con nuestros ancestros y enaltecen la identidad de varios de los rincones del país.


03. Comercio de hierbas en la Plaza de mercado del 7 de Agosto, 2021. Fuente: propia.

¡Vayan a las plazas de mercado!


María Luna Chaparro


 
 
 

Mientras espero que el semáforo cambie a verde, a lo lejos veo el letrero grande y viejo de fondo amarillo y letras verdes. Verlo me emociona porque se que cada vez que voy allí, vivo experiencias maravillosas, es como un aliciente para saber que esta vez que voy, también algo mágico ocurrirá. Cambia la luz del semáforo, cruzo la calle y desde la esquina ya siento su olor característico, ya veo los colores vibrantes, ya se percibe la plaza. Me encuentro en la entrada de la Plaza de Mercado del 20 de Julio, mi plaza favorita de Bogotá. Entro por esa enorme compuerta y en el momento que la cruzo, ya siento ese territorio mío, lo siento propio, lo siento como mi hogar. Sólo al dar unos cuantos pasos ya se me acercan todas las cocineras de las fruterías de la entrada, ofreciéndome deliciosos jugos y ensaladas de frutas. Extraño cuando existía ese Berraquillo tan auténtico y autóctono de las plazas. A lo lejos sale Marlen y me dice, “¿qué más patrona?, tiempos sin verla”.


mercado campesino en la plaza de mercado del 20 de julio
1. Recorrido de Bogotá Chirriada en la plaza de mercado del 20 de Julio, 2017. Fuente: propia.

Las plazas de mercado son todo un mundo maravilloso, son a m parecer, la máxima expresión de la cultura de un pueblo, ciudad o país. Allí convergen tantas cosas, tantas anécdotas, saberes y tradiciones, que se me antoja la plaza. A decir verdad, varias plazas de mercado me han impresionado en la vida, y es que más allá de ser un espacio donde se reúnen lo comerciantes a vender sus productos, todas las plazas tienen algo más en común, en todas podemos encontrar esas manifestaciones del patrimonio cultura inmaterial.


Y aunque estos territorios me fascinen, me pregunto de dónde viene ese gusto, ¿será adquirido? ¿Será un gusto que heredamos de nuestros antepasados? Me encantaría pensar que así lo es porque de esta manera, es como si se transmitiera esa cultura placera através de la genética, como si lo tuvieramos en nuestras venas. Esto podría ser extraordinario ya que no nos tendríamos que preocupar por salvaguardar todo este conocimiento, sería como si la cultura placera sobreviviera a ese olvido, como si luchara por sí sola y se hiciera valer. Sería todo un cuento muy diferente si esto pasara, pero lo que sí tengo claro es, que así no sea un tema de genética, no podemos ignorar nuestras raíces, no podemos olvidar de donde venimos. Es muy probable, que nuestros abuelos o bisabuelos, tuvieran una cercanía a estos territorios, alguno, si no es que todos, vivieron de cerca la costumbre de ir a mercar a la plaza, o a vender los productos en ella.


mercado campesino en plaza de mercado del 12 de octubre Bogotá
2. Mercado campesino en la plaza de mercado del 12 de Octubre, 2013. Fuente: propia.

Estos territorios tienen un recorrido de tantos años que se remonta a una “historia milenaria”, como bien lo describe el antropólogo Langebaek en su libro Los muiscas:


“Lo primero que hay que anotar es que los conquistadores encontraron sorprendente que los muiscas celebraran mercados (iepta o ipta), es decir que tuvieran encuentros periódicos, institucionalizados, donde la gente cambiaba productos [...], afirmaron que había mercados en cada pueblo y que a ellos asistía mucha gente, aunque sin duda, los más concurridos eran donde vivían los caciques más importantes.”


Efectivamente esta tradición es de hace muchos años, pero adicionalmente a la historia de nuestros antepasados, a que hoy podemos entenderla como una cuestión intergeneracional; también es importante reconocer y visibilizar la ruralidad que habita en estos territorios. Quiero contarles mi historia. Nací en el campo y crecí en el campo; el campo hace parte de mí. Acciones tan sencillas como madrugar, ordeñar, cultivar, recoger feijoas, uchuvas y moras, son actividades que me conectan definitivamente con el campo y por consiguiente con la plaza. En la ciudad de Bogotá ya extraño estos lugares para reconectarme con la tierra, y sólo los he podido encontrar cuando entro a una plaza de mercado. Es allí que siento el olor a tierra, es allí que aprendo sobre la misma, es allí donde encuentro aún campesinos de regiones aledañas a Bogotá y Cundinamarca, es allí donde puedo aún descubrir la esencia del campo tan bien plasmada y es por esta razón, que siento mi embeleso por estos espacios es aún mayor. Magnífico poder encontrar en un sólo lugar la confluencia de dos universos tan disímiles, pero a la vez tan complementarios.


campesina en Villa de Leyva
3. Campesina en el mercado de Villa de Leyva, 2013. Fuente: propia.

Ya se que esto parece una oda a las plazas de mercado, pero sólo busco relatar mi experiencia con estos maravillosos territorios. Y aunque sea difícil de creer, aún los muiscas atesoraban estos espacios: “El asunto se tomaba tan enserio que Chibchacun era la deidad de los mercaderes, y existían santuarios dedicados especialmente a la actividad del intercambio.”


Cómo sea, por esta y muchas más razones, como Movimiento Pura Plaza, queremos seguir recuperando todas estas historias, queremos darle protagonismo a la voz de los mercaderes y campesinos que hoy en día habitan las plazas de mercado y que no se han rendido ante la modernidad, que siguen luchando para mantener sus costumbres y sus saberes. ¡Que viva la plaza de mercado!



Bibliografía:

Carl Henrik Langebaek (2019) Los muiscas, La historia milenaria de un pueblo chibcha. Penguin Random House Grupo Editorial, SAS.



 
 
 

En la gran pluralidad y diversidad del país, se encuentra un territorio que nos conecta con las raíces de la tierra, el mundo rural. Cada vez son más las voces que buscan valorizar la historia, tradición y legado rural de cada región.


En los territorios existe un lugar que es parte de ese remanente identitario, es la plaza de mercado y ha sido descrita como el puerto de encuentro entre dos mundos: el rural y el urbano (García, 2017). El universo inscrito en la plaza ha impulsado proyectos y acciones desde diferentes campos de estudio en Colombia.

1. Con el proyecto "Galeria en la Galería" se busca visibilizar la plaza de mercado principal de Palmira (Galería Central de Palmira), 2018. Foto: Daniela Quintero


Años atrás sentí nostalgia al entrar a un lugar, parece que ya lo conocía pero realmente sólo había ingresado pocas veces a esta plaza de mercado (denominada Galería Central) en Palmira, Valle del Cauca. La nostalgia se convirtió entonces en una serie de recuerdos sobre las historias que familiares, amistades, conocidas y conocidos me habían contado sobre sus experiencias en las plazas de mercado en Colombia. Recordé especialmente a mis padres y abuelos contándome cuando iban a mercar a las plazas de mercado de sus regiones en Boyacá y Cundinamarca. Para ese entonces la primera imagen que recordé fue el mural titulado “Domingo de mercado” del artista y escultor colombiano Carlos Santacruz, ubicado en el centro comercial Centro Chía, en el municipio de Chía, Cundinamarca, un lugar que visitaba frecuentemente junto a mi familia aproximadamente en 1997.

2. Mural de C.C. Centro Chía. Jaime Arévalo, 2008. Fuente: fotopaises.com


Para esa década también recuerdo ver llegar con costales, bolsas de mercado y bultos a mis familiares en Chía, venían cargados de la plaza de mercado “El Cacique” en el día de mercado o a veces, de las plazas de mercado de Bogotá. Años más tarde, como habitante del municipio de Sogamoso - Boyacá, recuerdo con fuerza las historias de mi abuelo y abuela sobre el trabajo en el campo...sus manos, así como las de mis tíos y las de mi padre, eran más grandes y gruesas que las de otras personas. Con ellas araban la tierra desde la niñez y luego en la juventud, dejando rastros de por vida de su cercanía a la ruralidad.


Aunque no íbamos a la plaza de mercado en Sogamoso, sí comprábamos frutas, verduras y cárnicos a los vendedores informales que traían sus productos de la zona rural de Boyacá. En ese entonces entendí la importancia de negociar e incluso empecé a comprender el significado de la “ñapa”, palabra que siempre sacaba una sonrisa durante la conversación entre el comerciante y mi padre.

Plaza de Sogamoso en un día de mercado, 12 de diciembre de 1871

3. Plaza de Sogamoso en un día de mercado, 12 de diciembre de 1871, anónimo. Fuente: © Derechos reservados - Banco de la República


La historia de la actividad de mercar en Sogamoso, Palmira o Bogotá, se remontan al siglo XIX, en la imagen 2 se observa un día de mercado en la Plaza de la Villa en el municipio de Sogamoso donde el autor (1871) afirma:

Pasamos luego a la plaza, donde se celebra el mercado, que, como casi todos los de esta región, se reduce a sus productos agrícolas, muchas cargas de sal, procedentes de Zipaquirá y Nemocón, y algunos tejidos groseros de algodón y lana, en cuya fabricación se emplean generalmente las mujeres, tan laboriosas, que hasta en los caminos se las encuentra hilando, sin hacer por esto más lenta su marcha.

Las dinámicas socioculturales del país encontraban un espacio de diálogo en estos lugares de intercambio, así como en sus entornos más cercanos: barrios, casas, parques, entre otros. Para referenciar estos encuentros y los escenarios de mercado a lo largo y ancho del país, se reproducen estas dinámicas en la siguiente fotografía de 1897 en Palmira, Valle del Cauca donde se ven las carpas en un día de mercado en la plaza principal de la ciudad:

Día de Mercado en la Antigua Plaza Principal de Palmira, 1897

4. Día de Mercado en la Antigua Plaza Principal de Palmira, 1897. Autor: Manuel María Buenaventura [1]). Fuente: archivo de la biblioteca Departamental. El depósito de origen es de MANUELITA - facilitado por Mauricio Cappelli.


Existen registros fotográficos de mercados en diversas regiones desde mediados del siglo XIX. En este punto es importante resaltar que para ese siglo la sociedad colombiana se encontraba en un momento de transición de la colonia a la época “post-independentista”, experimentando una resignificación identitaria nacional que en gran medida detona de los acontecimientos sucedidos en la Casa del Florero de Llorente en 1810 en Santafé de Bogotá. A pocos metros del emblemático lugar, las dinámicas de comercio de alimentos se situaron en la Plaza Mayor de Santafé de Bogotá durante la colonia y se mantuvieron luego de la independencia.

5. Mercado en la plaza de mercado de Bolivar en 1850. Fuente: El Gráfico 431 (1918)
Mercado en la plaza de mercado de Bolivar en 1850

La permanencia de los mercados en las plazas principales de los municipios y ciudades de Colombia rodearon de historia a estos espacios, así como sus prácticas de intercambio y comercio informal. Para el día de la independencia, se encontraron españoles y criollos en la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar) un día de mercado el viernes 20 de julio de 1810, fue en ese espacio público donde se materializó el movimiento independentista de Colombia, justo en medio del pueblo reunido alrededor del mercado, hecho que establecería las bases de un nuevo camino político en el país (2012, Señal Memoria).

Plaza de mercado en Bogotá, 1970.

6. Plaza de mercado en Bogotá, 1970. Autora: Viki Ospina -"Programa Nacional de Estímulos" Serie ganadora "Plaza de mercado La Concordia”. Fuente: El Tiempo


Más de 100 años después de la independencia, el significado de la plaza de mercado se encuentra en constante construcción. Creo que hay un concepto que siempre ha caracterizado a su comunidad: la resistencia, un atributo que sobrevive para conectarnos con la tierra. Esta identidad placera sólo se descubre cuando se interactúa con el espacio y su comunidad, un espacio amable en donde tiene lugar un diálogo cultural y de intercambio de saberes, la plaza entonces es un reflejo de lo que somos y de lo que fuimos. Por este motivo destacamos la importancia de reconocer el valor de las plazas de mercado para el campo y la ciudad, un esfuerzo que pretende apropiar su patrimonio desde los procesos sociales, culturales, políticos y artísticos independientes. Sobre la revalorización de las plazas de mercado Monsalve (2018) comenta

[...] más que preservar las plazas exactamente como están, se trata de valorar su importancia cultural, biológica y estética. Debemos encontrar un equilibrio entre la tradición y la adaptación. Si algo no está funcionando bien, debemos pensar cómo cambiarlo sin que ello acabe con lo que hace especial a cada plaza.

Así como los mercados han sido gestados desde sus comunidades en alianza con colectividades, es importante construir y mantener estas diferentes redes de actores/actrices sociales para consolidar espacios de diálogo que resignifiquen sus múltiples contribuciones en los territorios, permitiéndonos aproximarnos a nuestras identidades más profundas.


¡Gracias por llegar hasta aquí! MPP



Bibliografía.


García, W., (2017). Plaza Central de Mercado de Bogotá: las variaciones de un paradigma 1849 - 1953, Bogotá, Colombia: Editorial Pontificia Universidad Javeriana - Editorial Universidad Nacional de Colombia.


Señal Memoria (5 de marzo de 2012). La Plaza Mayor. Recuperado de https://www.senalmemoria.co/articulos/la-plaza-mayor#


Agencia de Noticias UN. (2018). Cultura y divulgación, desafíos de la plaza de mercado colombiana. Recuperado de https://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/cultura-y-divulgacion-desafios-de-la-plaza-de-mercado-colombiana.html

 
 
 
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